La incubación de huevos es un proceso importante en la crianza de aves, ya sea para producir aves de corral o para la conservación de especies en peligro de extinción. Una incubadora automática puede ser una gran ayuda en este proceso, pero es importante asegurarse de que esté configurada correctamente para garantizar una tasa de éxito de incubación alta. A continuación, se describen algunos pasos para ajustar la configuración de tu incubadora automática.
Ajuste la temperatura adecuada
La temperatura es un factor crítico en la incubación de huevos. La mayoría de las incubadoras automáticas tienen un termostato que se puede ajustar para lograr la temperatura óptima. Esta temperatura varía según la especie de ave, pero en general se recomienda un rango de entre 37,5 y 38 grados Celsius. Es importante medir la temperatura en diferentes puntos de la incubadora para asegurarse de que sea uniforme en toda la caja.
Ajuste la humedad adecuada
La humedad también es un factor importante en la incubación de huevos. Una humedad demasiado baja puede causar que los huevos se sequen y no eclosionen, mientras que una humedad demasiado alta puede causar que se desarrollen hongos o bacterias en los huevos. La mayoría de las incubadoras automáticas tienen un higrómetro que se puede ajustar para lograr la humedad óptima. Esta humedad varía según la especie de ave, pero en general se recomienda un rango de entre 50 y 55%.
Gire los huevos regularmente
Los huevos deben ser girados regularmente durante la incubación para asegurar un desarrollo uniforme del embrión. La mayoría de las incubadoras automáticas tienen un mecanismo de giro automático, pero es importante asegurarse de que esté funcionando correctamente y de que los huevos se estén girando con la frecuencia adecuada. Si no estás seguro de cuántas veces debes girar los huevos, consulta el manual del fabricante o busca información en línea sobre la especie de ave específica que estás incubando.
Mantenimiento regular
Mantener tu incubadora automática limpia y en buenas condiciones es esencial para garantizar una tasa de éxito de incubación alta.